Homenaje a Jean-Paul Belmondo: su influencia en el cómic

Jean-Paul Belmondo, uno de los actores franceses más internacionales y carismáticos de la escena cinematográfica, será siempre recordado por su participación en las películas de la Nouvelle Vague francesa. Falta poco para que se cumplan dos años de su deceso, y en Akira Cómics lo recordamos explorando la influencia que ha tenido el actor en el mundo del cómic.

De casi todo buen aficionado al cómic es sabido que, en 1965, Jean Giraud se inspiró en la característica cara de Jean-Paul Belmondo para crear al personaje del teniente Mike Blueberry. Pero los rasgos y el carácter enérgico del actor no solo influyeron en el desarrollo de muchos personajes del cómic franco-belga, sino también en varios personajes procedentes del fumetto y del manga.

Obviamente, su aspecto poco convencional, con la nariz achatada, labios carnosos y una privilegiada presencia física, combinado con el estilo irónico, chulesco y despreocupado del que hizo gala durante toda su vida, lo convertían en un blanco claro para adaptar a los héroes del cómic de los años 60 a 80 del siglo pasado. Era una especie de caricatura viva de referenciado fácil.

Teniendo en cuenta que se trataba de una gran estrella del cine francés, era esperable que sus rasgos y demás características atrapasen la imaginación de los grandes creadores de cómic europeo: por supuesto, inspiró a Jean Giraud (Moebius) para crear al Teniente Blueberry, al que puso a cabalgar en “Fort Navajo” en 1965 siguiendo la historia de Jean-Michel Charlier, que comenzó a publicarse en la revista Pilote.

Pero, aunque hay quienes no lo han sabido ver o apreciar, su primera influencia en el mundo del cómic –y del cómic en él– fue interpretando a un Tintín que no lo era. Y me explico: en 1964, Jean-Paul Belmondo interpretó el papel protagonista en la película “El hombre de Río”, un clásico de aventuras inspirado por los cómics de Tintín de Hergé y el encanto de James Bond. Es, además, una de las películas favoritas de Steven Spielberg, que confesó al director que la había visto hasta en nueve ocasiones.

¿Y por qué está inspirado en Tintín? Veréis: el director de la película, Philippe de Broca, recibió en 1961 el encargo de dirigir la primera película de Tintín por parte del productor Alain Barret: “Tintín y el misterio del Toisón de oro”. Aunque la preproducción se comenzó en su momento, el director finalmente declinó la oferta porque descubrió que el producto final sería peor que el de los cómics.

Caballerosamente, y dado que Philippe de Broca era un grandísimo aficionado a la obra de Hergé, ayudó a su sucesor y le propuso al productor una alternativa: dirigir una película que fuese una adaptación viva de los cómics pero sin usar sus personajes, y así es como nació “El hombre de Río”.

Vamos a repasar el argumento de la película.

Como podéis observar, el argumento cuadra bastante con las aventuras del personaje de la escuela bruselense creado por Hergé, y toma elementos de obras como La oreja rota o Tintín en América. En todo caso, la importancia que tiene en este contexto es que fue el primer momento en el que Belmondo comenzó a tejer vínculos entre su carrera y el cómic.

Tenéis razón.

Decíamos que, para el diseño de Blueberry, Giraud se inspiró abiertamente en Jean-Paul Belmondo. Al hacer tándem con Charlier para sacar adelante el proyecto, Giraud –como todos los jóvenes de su generación– sentía gran admiración por el actor francés. Además, era en ese momento la punta de lanza de la Nouvelle Vague, que traía aires de renovación al séptimo arte. Era el simbolismo ligado al amante de la libertad en el corazón de la Francia de los años 60 del siglo pasado, todavía sujeta a las limitaciones del Gaullismo.

El propio Moebius dijo:

Así que ahí lo tenemos: peleón, indisciplinado, jugador, insolente, de carácter sanguíneo pero relajado y manteniendo siempre la cabeza fría, conservando el aura aventurera del actor. Y, aunque su publicación lleva produciéndose durante décadas, Blueberry sigue conservando ese ADN de su padre cinematográfico.

Y, como muestra, el mantenimiento de ese carácter después de que Christophe Blain y Joann Sfar se hiciesen cargo del personaje en “Rencor apache”. El mismo Christophe Blain nos lo explica:

Y Hugo Pratt tampoco fue inmune a la influencia de Jean-Paul Belmondo: aunque oficialmente la persona que inspiró el diseño de Corto Maltés fue Ruggero, un tío de Hugo Pratt de carácter rebelde y libertario, es innegable que el personaje recibió ese carácter seductor e irónico, así como muchos de sus gestos y posturas, de Belmondo.

Pero no sólo influyó en la BD y el fumetto: el manga también bebe de la influencia de Belmondo. En 1978, Buichi Terasawa creó las aventuras del “Súper Agente Cobra”, un pirata espacial que, harto de su peligrosa vida de aventuras, decide ocultarse de los ojos del mundo y que, perseguido por su pasado, regresa a su peligroso estilo de vida.

El propio Buichi Terasawa reconoce su inspiración en Jean-Paul Belmondo y los personajes de sus películas para diseñar y caracterizar a Cobra. También el diseño de muchas de las portadas de sus aventuras son una referencia a los afiches de las películas protagonizadas por el actor. Ello es debido a la personalidad que imprime en sus personajes, su actitud impasible, su descaro o la forma en que actúa como si la muerte fuera un tema irrelevante para él.

Pero no fue el único. La cara burlona de Belmondo también inspiró al diseñador japonés Monkey Punch para su famoso personaje de Lupin III, un caballero ladrón maquiavélico y un poco erotomaníaco que heredó también el aura varonil y relajada de Belmondo.

¿A que no esperabais que este actor inspirase a tantos autores para crear personajes de cómic? Pues es vuestro momento de descubrirlos y, desde Akira Cómics, estaremos como siempre encantados de atenderos e intercambiar impresiones con vosotros.