¡Feliz cumpleaños, Astérix!

Astérix no nació de una feliz idea, sino que fue un encargo. ¿De quién? ¿Cómo? ¿Para qué? En los círculos de aficionados a la BD siempre ha sonado la leyenda urbana de que fue un encargo personal del general Charles de Gaulle a René Goscinny… ¡Pero De Gaulle no necesitaba a esas alturas a Astérix para ser popular!

La realidad fue mucho más pragmática: según el propio Uderzo, fue el editor François Clauteaux el que dio el paso. Y es que la historieta americana –traída por los soldados estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial– había calado hondo entre la juventud francesa, y el editor quería que todos esos muchachos pudieran tener a su alcance historietas que supusieran un ejemplo de la cultura francesa, protagonizadas por personajes franceses.

Ni corto ni perezoso, y con fondos procedentes de Radio Luxemburgo como patrocinador, creó una revista juvenil de historietas puramente francesas: “Pilote”.

Goscinny se asoció inmediatamente con Albert Uderzo: eran dos personas que pensaban de manera muy similar, y querían salir de lo que eran las historietas infantiles.

Parece ser que Goscinny era un gran aficionado a la Historia de Roma –por lo que se sabe, uno de sus libros de referencia era “La Guerra de las Galias”–, y pensó en tirar por ahí, parodiando un poco la Historia real, pero siempre manteniéndose dentro de unos límites de rigor histórico recordando que en la escuela siempre se les hablaba de los “antepasados galos de los franceses”.

Y llegó el momento de diseñar los personajes: la idea era que Astérix fuese una especie de “antihéroe” –de ahí que fuese enclencle y bajito–, pero se dieron cuenta de que mantener el interés a lo largo de las casi 50 páginas que ocupa una historieta de estilo europeo con un personaje un tanto atontado era complejo… así que se optó por dotarlo del dinamismo y la astucia que hoy en día le caracterizan.

Para darle ese contrapunto en plan “antihéroe”, se creó a Obélix: fuerte, gordo, buenazo y bastante tonto, basado –de nuevo en palabras de Albert Uderzo– en Lennie, personaje protagonista de “De ratones y hombres” de John Steinbeck. Obviamente, los primeros diseños no se parecen mucho a lo que vemos ahora:

Pero, claro, dos personajes no sostienen una historia. Y se les dotó de una galería de secundarios recurrentes: el sabio y viejo druida, el pomposo jefe, un bardo desafinado, un perrito ecologista (que aparece por primera vez en “La vuelta a la Galia”)…

Y, por supuesto, Julio César y los romanos que, curiosamente, son buenos tipos que hacen lo que pueden vista la panda de incompetentes que tienen como superiores pero, pese a todo, respetando y mostrando las cosas que aportaron a nuestra cultura.

Una vez definido todo esto, el 29 de octubre de 1959 se publicó el primer número de “Pilote”, que vendió cerca de 300.000 copias, todo un éxito.

Hay que decir que se juntaron un buen puñado de artistas que han inscrito sus nombres con letras de oro en la historia de la BD: los ya mencionados Uderzo y Goscinny, Jean-Michel Charlier (“Tanguy y Laverdure”), Victor Hubinon (“Barbarroja”), Mitaq… con Goscinny como coordinador y director.

Como ya hemos dicho, el número “0” de la revista “Pilote” vendió 300.000 ejemplares desde su primer número, todo un récord para ese formato. Y, en medio de sus páginas –la 20, para ser exactos– aparecían las primeras tiras de Astérix en su primera aventura: “Astérix el galo”.

En principio era poca cosa: una o dos páginas. La primera aventura de Astérix se fue editando en “Pilote” entre el 29 de octubre de 1959 hasta el número 38 de la revista (del 14 de julio de 1960). Y eso fue suficiente para certificar su paso a la fama.

Fue en ese momento cuando la editorial Dargaud, una de las grandes a nivel europeo en lo que a cómic se refiere, decidió lanzar lo que dio en llamar la “Collection Pilote”, una recopilación en formato álbum de las historietas que se editaban en la revista. Y, cómo no, se estrenaron en 1961 con las aventuras de Astérix: “Astérix el galo”.

No obstante, este lanzamiento por parte de Dargaud no fue desinteresado: a pesar del éxito de “Pilote”, en 1960 se perdió el respaldo económico a la revista por parte de los mayores patrocinadores, y fue adquirida por el editor Georges Dargaud por el precio simbólico de un franco.

Insistimos en el irreductible carácter francés de los a su vez irreductibles galos: gente gruñona, en un permanente estado de queja, lidiando con sus problemas como puede –a menudo de manera bastante expeditiva– y con tendencia a levantar la voz. Una parodia divertida, aunque grotesquizando un poco los rasgos más distintivos.

Mucho se ha dicho también sobre la influencia del cine como inspiración de estas historietas, y es innegable.

De la pasión de los autores por el cine, han surgido grandes actores caricaturizados en las páginas protagonizadas por la sexagenaria pareja de personajes, como Jean Marais, Stan Laurel, Charles Laughton, Olivier Hardy, Sean Connery…

Tampoco se han librado otros conocidos rostros como los de Los Beatles, Eddy Merckx, Luis Miguel Dominguín o, llegado el caso, el mismísimo Jacques Chirac como Cayo Coyuntural en “Obélix y compañía”. Y tampoco otros personajes más recientes como Arnold Schwarzenegger u otros personajes de cómic, como Hernández y Fernández (ilustres invitados desde las páginas de “Tintín”).

Las impresiones de las aventuras de estos dos simpáticos galos superan ahora mismo los 10 millones de ejemplares, y forman parte del imaginario popular de todo el mundo.

Recordemos, por ejemplo, que el primer satélite artificial francés se llamó Astérix, y que mucho de lo que sabemos de la mitología céltica viene de las invocaciones a deidades como Tutatis, Belenos o Belisana, que hemos leído entre sus páginas.

Goscinny y Uderzo firmaron juntos 24 álbumes de Astérix:

Goscinny falleció en 1977 de un fallo cardíaco fulminante, pero Albert Uderzo continuó produciendo como dibujante y guionista –aunque manteniendo el nombre de su difunto compañero– 7 álbumes más:

En 2010, Uderzo tuvo un litigio con el Departamento de Hacienda francés, que consideró que Uderzo sólo era el dibujante de 24 de las obras de Astérix, y no su coautor, por lo que tuvo que liquidar una cuantiosa suma.

Al año siguiente, 2011, a los 84 años, Uderzo anunció su retirada y cedió la creación de nuevos álbumes a 2 conocidos autores del panorama actual de la BD: Jean-Yves Ferri (“El retorno a la tierra”) al guion, y Didier Conrad (“Los innombrables”) a los lápices. Y, aunque los dos primeros álbumes flojean un poquito, están haciendo un gran trabajo.

De momento, llevan 4 álbumes que mejoran visiblemente según avanzan:

No nos olvidemos tampoco de los que llamaremos álbumes especiales de Astérix, consistentes básicamente en homenajes de grandes autores. El más curioso es el que encontramos en el “Action Comics” número 579 (1986), guionizado por Lofficier y dibujado por Keith Giffen: Superman y Jimmy Olsen viajan en el tiempo a una irreductible aldea gala que todos conocemos.

Pero para disfrutar de bonitos y sentidos homenajes, basta con acceder al más reciente “Uderzo visto por sus amigos”, en el que muchos grandes de la historieta europea –entre los que se encuentra Juanjo Guarnido, sobre el que hablaremos en otro artículo en breve–, dibujan curiosas historietas e ilustraciones tanto al maestro Albert Uderzo como a sus personajes.

¡Por Tutatis! ¿A qué esperáis para conocer mejor las historietas de Astérix?

Imágenes | Astérix.