Falcon y El Soldado de Invierno - Review de la temporada 1
Jesús Delgado
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“Falcon y El Soldado de Invierno” ha terminado en Disney +. En esta reseña analizamos la temporada 1 de la serie de Marvel Studios sobre el Capitán América.
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“Falcon y El Soldado de Invierno” ha concluido. El sexto capítulo, titulado “Un mundo, un pueblo” ya se ha emitido en la plataforma VOD de Disney +. Y con él, concluye la que parece que será la primera temporada de una serie mucho más larga que ampliará los mitos del Capitán América en el Universo Cinematográfico de Marvel.
Recordemos que este título es el segundo de la Fase 4 del Universo Cinematográfico de Marvel, ubicado entre “Bruja Escarlata y Visión” (“WandaVision”, en su versión original) y la próxima serie dedicada a Loki, que llegará el 11 de junio de este año.
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Así, la serie de “Falcon y El Soldado de Invierno” desarrolla el destino de Sam Wilson “El Halcón” (Anthony Mackie) y “Bucky” Barnes / Soldado de Invierno (Sebastian Stan) tras la desaparición de Steve Rogers y del Capitán América debido a la resolución de “Vengadores: Endgame”, y plantea un nuevo escenario para contar más historias basadas en los cómics de Capitán América.
Siguiendo la estela de nuestra primera reseña, dedicada al primer capítulo de la serie de “Falcon y El Soldado de Invierno”, pasamos a contarte nuestras impresiones acerca de esta serie de espionaje y thriller político, con mucho más fondo del que pudiera parecer.
¡Dentro reseña!
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Marvel con los pies en el suelo
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La “serie de Falcon y Bucky” es heredera clara de los postulados del filme original de Joe Johnston sobre el Capitán América y de las dos siguientes entregas pergeñadas por los hermanos Russo. Podemos simplificar diciendo que el showrunner Malcolm Spellman toma todo el trabajo de sus antecesores y, respetándolo, perpetúa su visión, estilo, legado y discurso, acercándolo más todavía a la Tierra y al terreno de la Alta Política.
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De este modo, Marvel Studios conjura un magnífico producto híbrido que aúna las virtudes del género de los superhéroes y de las buddy movies con elementos de series y películas de espías como las de la saga de “Bourne”, “24”, “Homeland”, “Jack Ryan”, o “Venganza”, por citar títulos conocidos por todo el mundo. Y todo ello, tomando como referencia, particularmente, historias de hace 40 años adaptadas a la actualidad.
Pero vayamos por partes… ¿te parece?
En primer lugar, como decimos, Malcolm Spellman y la directora del show, Kari Skogland, han sabido plantear una serie que, en cuanto a duración y formato, resulta digerible, ágil y contenida. Aunque se echan en falta algún episodio más, los 6 capítulos que conforman la temporada 1 de “Falcon y El Soldado de Invierno” en Disney + son más que eficientes y eficaces como producto.
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De hecho, aprovechan muy sobriamente su tiempo y espacio para contar todo lo que tienen que contar, sin extenderse innecesariamente ni recrearse en secuencias o elementos accesorios. En muchos sentidos, se aleja del planteamiento de Favreau frente “The Mandalorian” Temporada 2 para acercar esta historia al público. Es decir, hace referencia a las películas y al Universo Cinematográfico de Marvel, pero concreta el relato.
Esta decisión, aunque la convierte en una serie funcional, es cierto que evita en gran medida el fanservice. De ahí que muchas fantasías húmedas de más de un lector de cómic se queden en nada. Pero, incluso así, la serie cumple de principio a fin con su fandom. Hasta el punto de que, a diferencia de la “serie de Wanda”, esta sí que nos promete una segunda temporada mucho más convulsa e interesante.
Nuevamente, además, hemos de alabar a Kari Skogland, quien imita a la perfección el estilo de los Russo, aunque con personalidad y enfoque propio. La directora canadiense demuestra un gran saber hacer y talento para el género de acción. No en vano, hablamos de una de las más valoradas cineastas de series tan aclamadas como la de “El Cuento de la Criada” o “Boardwalk Empire”. Por lo que su trabajo apenas necesita carta de presentación.
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Además, señalaremos que la directora hace su trabajo de dirección artística con sumo tino, sacando oro de un reparto excelente. Desde Emily VanCamp (Sharon Carter) a Erin Kellyman (Morgenthau), todos brillan con luz propia. Y lo mismo podemos decir del mismísimo Daniel Brühl, cuyo Baron Zemo es uno de los mejores ingredientes del conjunto, llegando a hacer suyas todas las escenas y el conjunto de la serie.
Aquí haremos un paréntesis, dedicado precisamente al Zemo de Brühl, la gran estrella de “Falcon y El Soldado de Invierno”. Actoralmente, el intérprete llena solo la pantalla. Pero, además, su caracterización también llega a ensombrecer a su homólogo de los cómics, proponiendo algo más allá del nazi trasnochado del formato original.
Esta carismática versión del Baron Zemo nos recuerda al moderno Lex Luthor de los cómics de DC, pero con un toque más apegado al suelo. Un giro que le convierte en un contrapunto perfecto a los héroes y un gran antagonista para el UCM, con un potencial que rivaliza con Loki y Thanos, nada menos.
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Tanto es así que en esta temporada echamos de menos más secuencias de este personaje y esperamos que, en un futuro, lo exploten más. ¡Más aún! Pondríamos la mano en el fuego, sin dudar, para asegurar que, seguramente, volvamos a verle en esta misma serie, si no al frente de unos Thunderbolts que se están haciendo ya de rogar.
Para finalizar el apartado, aplaudimos la elección de Henry Jackman, quien pasa de ser tan sutil como lo fuera en la película de “Capitán América: El Soldado de Invierno” y en la versión cinematográfica de Civil War. En esta ocasión, recupera los temas originales de ambas cintas y los de Alan Silvestri de “El Primer Vengador” y los ajusta y reutiliza a una potente OST, en la que incorpora temas nuevos y versiones que dotan de mayor dimensión emocional a lo que se plantea en la serie.
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¡Barras y estrellas!
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Dejando de lado el formato y los elementos artísticos y su producción, hemos de ahondar en el fondo de la “Falcon y El Soldado de Invierno”. O, lo que es lo mismo, en su historia y sus fuentes originales.
Si sigues nuestro blog, recordarás que ya le dijimos a toda nuestra comunidad que se notaba que habría muchas referencias a los cómics de Soldado de Invierno y El Halcón. Asimismo, la etapa de “Vengadores Indignados” y los arcos argumentales de Ed Brubaker en su etapa coetánea a la Civil War original se palpan. Pero, realmente, el núcleo del relato es otro.
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A nuestro parecer, “Falcon y El Soldado de Invierno” toman como referencia un cómic clásico de los años 80. Más concretamente, el de Mark Gruenwald al frente de los cómics del Capitán América, en el que se narra la génesis del personaje conocido temporalmente como “El Capitán” y el ascenso del USAgente. En esta línea, el planteamiento del personaje de John Walker es muy inteligente, ya que se mueve en una gama de grises muy acorde con el personaje.
Lo mismo podemos decir del genderbending de Sin Banderas. Ciertamente, Karli Morgenthau en el UCM difiere mucho de su homólogo masculino Karl, el líder de la organización Ultimatum de los cómics. Pero su discurso, traído al escenario político actual y planteado en la situación del UCM tras el “chasquido de Thanos”, encaja como un guante. E, incluso, nos hace sentir simpatía por sus ideas, que no por sus métodos. Algo complicado, la verdad, que merece ovación.
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En este sentido, uno de los valores narrativos de la serie es el de prescindir del concepto villano per sé y plantear un choque de conflictos entre “iguales”. Así, desde cierto punto de vista, las distintas motivaciones de Zemo, Karli o John Walker los convierten en antagonistas, que no villanos. De hecho, este último rol se lo adjudica un personaje por sorpresa, cuya identidad no te revelamos para no hacerte spoiler. Solo agárrate bien a la silla para no caerte cuando lo descubras.
De ahí que lleguemos a la conclusión que “Falcon y El Soldado de Invierno” es un ejemplo de serie madura de superhéroes, al plantear un conflicto a un nivel mayor que el de la naturaleza del héroe y su mundo. Ya que, en su lugar, ahonda en temas controvertidos como los nacionalismos, los desplazados, los migrantes, los grandes intereses supranacionales, los refugiados o la propia cuestión racial, tan presente en EEUU y en los medios. Y todo ello sin alardes discursivos, reiteración de ideas, ni tampoco interminables planos a cámara lenta ni perturbadores planos explícitos de desmembramientos o asesinatos.
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Por eso mismo, Marvel Studios demuestra una enorme capacidad de adaptación. El estudio demuestra que es capaz de plantear diversos tonos y enfoques, con una rica variedad de acercamiento en cuanto a fondo y forma. Algo que ejemplifica la coexistencia de “patochadas” como las películas de Spider-Man o “Thor: Ragnarok”, en clave de comedia, o dramas paranormales y surrealistas como “Wandavisión”, en paralelo con la presente serie de espías.
Por tanto, concluimos diciendo que “Falcon y el Soldado de Invierno” ha sido una gratísima sorpresa. Una “buddy movie seriada y de espías”, que nos golpea con temas políticos incómodos, al tiempo que logra emocionarnos. Nos deja con hambre de más, en espera del estreno en cines del filme en solitario de Viuda Negra y de la serie de Loki. ¿Podremos esperar o pediremos que nos criogenicen para entonces? No lo tenemos muy claro.
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¡Y hasta aquí llegamos! Eso sí, queremos recordarte que en Akira Cómics somos unos locos y que nos chifla el mundo del cómic. Por eso mismo, si quieres conocer y leer más sobre los cómics originales que han inspirado esta serie de Disney +, no dudes en visitarnos o en contactar con nosotros. ¡Seguro que en nuestro fondo tenemos los cómics que buscas!