Crece el Cuentacuentos Akira Comics

LA GÉNESIS:

Todo comenzó de una forma casi sin querer, al ir pasando los años y ver como nuestros clientes se iban echando novio(a), casándose y teniendo niños. A ello se sumó a otro factor que detectamos en nuestros clientes “nuevos papás” y era que en muchos de los casos no se veían capaces de inculcar a su hijo ese afán por la lectura (de libros en general y de cómics en particular) que ellos mismos habían tenido en los años 60, 70 u 80. Por otro lado, a nivel de la propia librería nos preocupaba la futura situación de “descapitalización” (por así llamarlo) de lectores jóvenes (de menos de 14 años) debido a la evolución actual del ocio en nuestra sociedad (videojuegos, cine y móviles sobre todo)

Todos estos factores unidos nos llevaron a investigar un poco, y dado que tenemos un montón de contactos internacionales de diferentes librerías del mundo (sobre todo americanas) nos encontramos con que en otros países (en los anglosajones fundamentalmente) ha proliferado en esta última década las zonas dedicadas a los niños más pequeños dentro de las librerías de cómics y por supuesto de los Cuentacuentos o talleres infantiles para inculcar el amor por la lectura.

LA REALIZACIÓN:

Una vez decidido a hacerlo, tuvimos que cambiar una parte bastante grande la librería y amueblarla al estilo de las librerías infantiles:

Alfombra con motivos para niños, baldas de colores chillones, un mobiliario específico, cartelería con alusión a personajes infantiles y por supuesto un par de educadores infantiles que nos asesoraran en todo esto amén de dirigir los futuros Cuentacuentos.

Respecto al mobiliario y acondicionamiento, en Akira Cómics nos hacemos desde siempre los muebles de la propia tienda así como la cartelería, puesto que el bricolaje y las artes se nos dan bastante bien y tenemos ya 20 años de experiencia con ello, de modo que no tuvo mayor problema preparar físicamente la tienda para esta nueva sección.

Los dos profesores de Cuentacuentos fueron reclutados sin mucho problema ya que mi hermano Iván Marugán ha colaborado con ONG’s durante años y ha hecho amigos que se dedican a la educación infantil. Por supuesto ambos educadores son los que nos han seleccionado y asesorado con los libros infantiles a vender, la forma de exponerlos, y son quienes preparan y desarrollan cada mes los propios Cuentacuentos.

LA PROMOCIÓN:

La promoción ha sido el boca a boca en todos los casos, ya que se les fue avisando a los clientes que ya son padres de estas actividades (tanto en la tienda como por email), y aparte las redes sociales (twitter y facebook) se han encargado de ir extendiendo el prestigio del propio Cuentacuentos conforme se ha ido realizando. Tuvimos paciencia con él ya que sabemos, como en tantas otras innovaciones un poco “especiales” que hemos incorporado a la librería (como la cafetería por ejemplo) que es el tiempo, el buen hacer y el boca a boca los que se encargarán de promocionarlo, y luego, para cerrar esa promoción, hacer como digo un buen uso de las redes sociales, que hoy en día son la herramienta perfecta para terminar de difundir una iniciativa así.

(Por supuesto en nuestro caso, el premio Eisner ha dado aún mas publicidad al cuentacuentos al ser comentado por toda la prensa que se hizo eco de la noticia, pero esto se trata de una circunstancia que solo ha acelerado una promoción que ya estaba muy adelantada)

Actualmente el Cuentacuentos se ha convertido en una parte de la tienda que cada mes crece mas y que nos trae incluso a nuevos clientes que son lectores y padres y que no tenían donde iniciar a sus hijos en la lectura. Por otro lado, todos los que en estos dos años se han ido convirtiendo en nuevos padres también se han visto atraídos por la iniciativa.

Incluso hemos llegado a organizar un “taller para padres” trimestral donde una de las educadoras infantiles que trabaja con nosotros da un pequeño curso a los padres que asisten donde recibir trucos y nociones sencillas pero efectivas para inculcar la lectura en sus hijos mas pequeños.

REFLEXIONES FINALES:

¿Merece la pena tanto esfuerzo?

Por supuesto que sí. Ya no es solo la felicidad que nos da como libreros ver pasárselo bien a padres e hijos en el Cuentacuentos (que eso ya nos llena más que muchas otras cosas de este trabajo) es que además estamos haciendo una cantera indispensable para el futuro, ya que serán lectores mañana que podrán aficionarse a los cómics.

Por supuesto es un servicio gratuito (sobra decirlo) que te devuelve réditos por todos los lados porque el boca a boca te va a traer nuevos clientes (padres con sus hijos), igual que el crear futuros nuevos lectores, y finalmente, y quizás sea lo mas importante, el prestigio que te concede, que no tiene precio.

A cambio, hay que disponer de un espacio de librería mínimo, ya que la sección infantil conlleva una necesaria zona de exposición. Hay que tener espacio para realizar los propios Cuentacuentos, (y espacio para que lo vean los propios niños por supuesto) y por supuesto hay que tener talante y afecto por los más pequeños, y en gran cantidad, ya que no vas a tener juntos a uno o dos niños de 2 años, sino a un buen puñado de ellos (y los que tenéis hijos sabéis el jaleo que montan muchos niños pequeños juntos…).

En ese sentido el “aspecto” de una librería de cómics se transforma ya que los niños de 2 a 4 años no son adolescentes lectores de superhéroes o mangas al uso, pero repito que es una inversión de futuro que además deja un sabor de boca genial.