Adiós a Ivan Reitman, icono cinematográfico de una generación

Mientras dormía, en su residencia de Montecito (California): una manera de fallecer que todos desearíamos para nosotros y nuestros familiares… y nos queda el regalo del legado que nos dejó que, a su vez, representa la memoria de toda una generación.

El talento de Ivan Reitman para reconocer premisas cómicas atrevidas y pegadizas para el gran público, a la vez que conseguía adaptarlas a los puntos fuertes de sus actores, lo convirtió en un cineasta excepcionalmente efectivo.

Consiguió hacerse un nombre dentro del mundo de la comedia en un momento en el que la efervescencia del género hacía difícil conseguir cierto crédito al respecto. Pero la sinergia que consiguió formar con ese grupo de divinos locos que eran los chicos de National Lampoon supuso la erupción de la combinación de su talento.

El olfato y saber hacer de Ivan Reitman estableció el nacimiento de un nuevo tipo de comedia cinematográfica, y no por casualidad, probado por el hecho de que encadenó 3 éxitos consecutivos: “Los incorregibles albóndigas” (1979), “El pelotón chiflado” (1981) y “Los Cazafantasmas” (1984). Esa manera distintiva de hacer las cosas creó escuela.

Así que vamos a conocer a Ivan Reitman.

Comencemos indicando que poca gente sabe que Ivan Reitman no era estadounidense, sino eslovaco (nacido el 27 de octubre de 1946 en Komarno), y naturalizado canadiense, ya que su familia emigró allí en 1950, a sus tiernos 4 añitos de edad.

Allí, tras terminar sus estudios en la Universidad McMaster de Toronto, comenzó a trabajar en labores de producción con alguien que fue capaz de ver su talento: David Cronenberg. Con él realizó “Vinieron de dentro” (1974) y “Rabia” (1977).

Y ,a partir de ahí, Ivan Reitman comenzó su trayectoria como director y productor de las comedias mejor valoradas del mundo del cine. Comenzó con la producción de “Desmadre a la americana” (1978). Siguió con la dirección de las ya mencionadas “Los incorregibles albóndigas” (1979), “El pelotón chiflado” (1981) y “Los Cazafantasmas” (1984), protagonizada por los archiconocidos Bill Murray (con el que ya trabajó en “Los incorregibles albóndigas” y “El pelotón chiflado”), Dan Aykroyd y Harold Ramis; con los que repitió en “Cazafantasmas 2” (1989) y “Cazafantasmas: más allá” (2021, como productor).

Continuamos con otros 3 títulos bastante distintivos: “Los gemelos golpean dos veces” (1988), película en la que creó un personaje cómico para un actor como Arnold Schwarzenegger emparejándolo con Danny de Vito y cuya relación profesional llevó a dos películas más del mismo género: “Poli de guardería” (1990) y “Junior” (1994) en la que, además, contó con la actriz Emma Thompson.

A continuación produjo las conocidas películas “Beethoven: uno más de la familia” (1992) y “Beethoven 2: la familia crece” (1993) para, casi a continuación, dirigir “Dave, presidente por un día” (1993), para la que contó con Kevin Kline y Sigourney Weaver (con la que ya trabajó en “Cazafantasmas”).

En 1996 probó por segunda vez (hablaremos de la primera más adelante) con el mundo de la animación produciendo la conocida “Space Jam” (1996), con Michael Jordan.

En cuanto a su aportación al mundo del cine, nos pararemos aquí. Seguro que hay quien nos echa en cara el no mencionar películas como “Peligrosamente juntos” (1986), “Evolution” (2001), el “Cazafantasmas” de 2016, o “Mi súper ex novia” (2006), pero estamos hablando de un gigante del cine que dirigió 23 películas y produjo otros 74 títulos (algunos aún en estado de pre-producción), así que hay que hacer una selección.

Hagamos una rápida mención a su trayectoria televisiva, como la producción de la serie “Los reyes de la noche” (1996) para HBO, “Mandamientos” (1997), con Aidan Quinn y Coutney Cox; “Partes privadas” (1997), con Howard Stern… o “Greed” (1999), mordaz programa en vivo que contaba con Dan Aykroyd como conductor.

También probó con los musicales y el teatro, consiguiendo grandes éxitos en Broadway como “The National Lampoon Show” o “Merlin” (que le valió la nominación para un premio Tony) e, incluso, con las series infantiles: “Los auténticos Cazafantasmas” o “Beethoven”.

Varias.

Comencemos con que sus historias y guiones se articulan en torno a una premisa simple que se puede resumir en una pregunta: ¿Qué pasaría si le diésemos todo el poder del país a una persona sencilla por un corto periodo de tiempo? ¿Y si los fantasmas existen y pudieran capturarse? ¿Qué ocurriría si un hombre pudiese quedarse embarazado? ¿Qué pasaría si un montón de patanes se unieran al ejército y se transformaran en héroes?... Todo ello aderezado con un buen chorro de humor blanquito, y…

…una cucharada colmada de crítica social. Probablemente gracias a su formación universitaria y a la influencia de sus padres (su padre formó parte de la resistencia checoslovaca durante la Segunda Guerra Mundial y su madre fue una superviviente de Auschwitz), Ivan Reitman siempre mete en sus comedias algún elemento de crítica social y política: bien a la gestión de recursos a nivel nacional o municipal, bien a la estructura y funcionamiento del ejército, al entramado de intereses creados en torno a los intereses de los distintos lobbies, a la presión de los superficiales constructos sociales… prestad atención a su obra y podréis apreciarlo en su plenitud.

También era conocido por encontrar la vis cómica dentro de aclamados actores del mundo hollywoodiense. Y no hablo sólo del caso ya mencionado de Arnold Schwarzenegger, sino de otros como Robert Redford, Debra Winger, Sigourney Weaver, Emma Thompson o David Duchovny.

Como en Akira Cómics estamos muy comprometidos con el mundo del noveno arte, cabe hacerse esa pregunta. Y la respuesta es que sí. Y aquí empiezo a contaros una bonita historia.

A mediados de los años 70, el editor Leonard Mogel viajó a Francia para estudiar la posibilidad de editar allí la revista “National Lampoon”, y descubrió la entonces recién fundada (estamos en 1974) “Métal Hurlant”, creada por Les Humanoïdes Associés (Jean Giraud –Moebius–, Jean-Pierre Dionnet y Philippe Druillet) y en la que se publicaban historietas de gigantes del mundillo como –además de los ya mencionados fundadores– Paul Gillon, Richard Corben, Arno, Jodorowsky, nuestros Antonio Segura y Jordi Bernet, Juan Giménez… y consiguió su licencia para poder editarla en Estados Unidos.

Pues bien: se inició su serialización bajo el nombre de “Heavy Metal” en abril de 1977, y… ¿adivináis quién fue uno de los editores fundadores? Lo habéis adivinado: Ivan Reitman.

Esa revolución dentro del mundo de la ciencia-ficción cautivó la mente del director y productor, hasta el punto de que se emperró en hacer una película. Ivan Reitman viajó a Francia para negociar con Les Humanoïdes Associés la adquisición de los derechos cinematográficos, pero las dudas de los editores franceses y algunas cuestiones legales involucradas entre las revistas madre estadounidense y francesa relativas a los derechos de parte del material original de “Métal Hurlant” evitaron el acuerdo. Pero las negociaciones permitieron la adaptación de las historietas publicadas en la edición norteamericana de la revista.

Así que Ivan Reitman se encargó de la producción de “Heavy Metal” (1981), para las que se eligieron como base las historietas “Soft Landing”, de Dan O’Bannon; “Den”, de Richard Corben; “Captain Stern”, de Bernie Wrightson; y “So beautiful, so dangerous”, de Angus McKie. Como se requería completar, al menos, 90 minutos de película, se crearon 3 historias nuevas: “Harry Canyon” y “Taarna” (cuyo guión fue creado por Len Blum y Dan Goldberg; y “Gremlins” (idea de Dan O'Bannon).

Ivan Reitman se tomó la molestia de revisar las historietas publicadas tanto por “Heavy Metal” como por “Métal Hurlant” para analizar los diseños de personajes y decorados para contratar al mejor equipo de diseño y animación para la película. Y esa fue la razón por la que contrataron a Juan Giménez que, por su habilidad para el diseño de elementos tecnológicos y su trayectoria previa en animación, fue el encargado de dar vida a los layouts y diseños de “Harry Canyon” y “Gremlins”.

…Sólo os queda el revisar su obra y venir a Akira para comentarnos qué os parece. ¿Cuál es vuestra favorita? ¿Cuál os ha marcado? ¿Habéis visto elementos comunes en otras películas de distintos realizadores? Y, sobre todo: ¿cómo se las apañaba para trabajar tanto con Bill Murray, conocido por ser un actor con el que es difícil entenderse? Lamentablemente la muerte de este auténtico hombre renacentista deja esa última pregunta sin respuesta. ¡Pero podemos comentar las demás!

Y el equipo de Akira Cómics estará encantado de compartir impresiones con vosotros.